Si le preguntan cuál es su comida favorita, lo más probable es que responda algo como— tortas, filetes o papas fritas— que requieren al menos algo de cocción. Pero, en realidad, existen muchísimos alimentos que son mil veces más saludables si se los consumen crudos.
De hecho, una gran cantidad de productos pierden nutrientes esenciales cuando se los cocina— esto incluye hornear, hervir, asar, rostizar o cualquier otro tipo de preparación que implique usar calor. Entonces, ¿qué alimentos es mejor comer crudos?
1. Remolacha
Hay miles de razones para comer remolachas, ya sea cocinadas o crudas; contienen una gran cantidad de fibras, vitamina C, potasio, manganeso, vitamina B, folato y mucho más. Estas delicias mejoran el sistema inmunológico, lo llenan de energía, previenen la inflamación y reducen la presión arterial.
Debo aclararle algo: Al cocinar las remolachas, se pierde al menos un cuarto del folato, que mantiene su cuerpo saludable y es súper importante para el desarrollo de los niños nonatos. Es por eso que debería considerar incorporar remolacha cruda a sus comidas— pruébelas en ensaladas o córtelas en rebanadas para untar con todo tipo de salsas reducidas en grasas.
2. Brócoli
“¡Comete el brócoli!” Las probabilidades de que haya oído esa frase antes son altísimas y lo más probable es que el brócoli en cuestión haya estado hervido, salteado o gratinado. Existen miles de razones para disfrutar de este vegetal, que contiene vitamina C, calcio, potasio y hasta proteínas.
Pero también hay muchísimas razones para comerlo crudo. Diversas investigaciones han demostrado que consumirlo de esta manera le permite al organismo absorber mejor nutrientes tales como el sulfurafano— un compuesto que previene el cáncer y reduce la presión sanguínea.
3. Cebollas
Puede que las cebollas no sean muy sabrosas por sí solas, pero son uno de los personajes principales en la gastronomía. Además, son súper saludables, ya que están repletas de un fitonutriente llamado alicina, que ayuda a reducir el apetito, previene el cáncer, mejora la salud cardiovascular y reduce la presión arterial.
Sin embargo, el tema es el siguiente: Absorberá más de este maravilloso fitonutriente si las cebollas están crudas. Así que la próxima vez que prepare una ensalada o un sándwich, agrégueles una buena porción de cebolla junto con lechuga y tomate.
4. Pimientos rojos
Por lo general, cuando se les pide a las personas que nombren frutas o vegetales ricos en vitamina C, nombran naranjas o los cítricos en general. Nunca se les ocurre pensar en los pimientos— numerosas investigaciones han demostrado que los rojos contienen tanta vitamina C como los limones, las limas y las naranjas. (Además, aportan vitaminas B6 y E y magnesio).
Por desgracia, cocinar los pimientos rojos por apenas unos minutos acabará con toda la vitamina C. Por eso córtelo en tiras y disfrútelos con alguna salsa saludable reducida en grasas.
5. Frutos secos
Los frutos secos como castañas de cajú, almendras, pecanas, maní, avellanas, piñones y nueces se han ganado esa mala fama por ser ricos en grasas y calorías. Pero también están repletos de grasas esenciales que reducen el colesterol, previenen la formación de coágulos sanguíneos y mantienen limpias las arterias. Además, todas estas delicias naturales son fuentes maravillosas de proteínas.
Una vez dicho esto, cabe aclarar que es mejor consumirlos crudos. Una vez que se los tuesta, los frutos secos pierden gran parte del hierro y el magnesio. Además, lo ideal es evitar los frutos secos que contengan sal y aceite.
6. Bayas
La granola, que generalmente contienen frutas desecadas y frutos secos, se ha convertido en un bocadillo muy popular. Combinar todo tipo de grasas saludables y proteínas es una forma asombrosa de mantenerse satisfecho por más tiempo.
Por desgracia, no es la forma más recomendable de comer bayas. Esto se debe a que, al desecarlas, se pierde toda el agua y es menos probable que generen saciedad. Además, mediante este proceso pierden muchísimas vitaminas y minerales valiosos que los convierten en un súper alimento.
7. Coco
Debido a que con tanta frecuencia se lo incorpora a postres poco saludables (como cupcakes y tortas), es difícil pensar que el coco, sin azúcar agregada, es un súper alimento. De hecho, diversas investigaciones han demostrado que el agua de coco contiene nutrientes que no se encuentran en el agua común y, como si esto fuera poco, la pulpa del fruto aporta grasas saludables que contribuyen con la salud del cerebro y el corazón.
Así que olvídese de las barras de chocolate, de los dulces y demás postres hipercalóricos y dele una oportunidad al coco seco.
8. Ajo
El ajo es un ingrediente clave en la gastronomía italiana, ya sea en salsas para pastas o en albóndigas. Pero el sabor no es su único atributo— también es muy nutritivo y se ha demostrado que contiene grandes cantidades de alicina, manganeso, vitaminas B6 y C, selenio y fibra.
Pero muy pocos deben saber que el ajo es más saludable cuando se lo consume crudo. De hecho, un estudio publicado en el National Post asegura que comer ajo crudo de dos a tres veces por semana reduce los riesgos de desarrollar cáncer de pulmón. Así que la próxima vez que prepare un sándwich, ¡no olvide agregar un poco de ajo crudo!
